En las plantaciones de trufas el riego es importante para salvar las producciones los veranos secos y aunque las experiencias de riego en el ámbito de las plantaciones son algo dispares dado que no siempre han dado el fruto esperado en general en las condiciones de la mayor parte del territorio donde se cultiva trufa negra el riego es necesario.

Otra cuestión es conocer bien en cada situación los factores clave para realizar “riegos de éxito”. Factores como la calidad y temperatura del agua, tipo de suelo que tenemos, clima, dosis y frecuencia, momento del riego, una instalación adecuada, etc conviene dominarlos ya que desconocemos detalles generales y pormenores ligados en cada caso a la peculiaridad de cada tipo de suelo, clima local, etc

Sin embargo nadie pone en duda el bien que hacen las lluvias del verano para la cosecha de trufa y aunque se va conociendo que las trufas no nacen en un único periodo mayo y junio son los meses que si el tiempo acompaña mayor número de trufas se forman. Abril y mayo fueron en general secos y ahí existe alguna reticencia por parte de algunos pero dado que en junio llovió y es un mes importante en la formación de los primordios (futuras trufas) no debería haber escasez de trufa formada. Julio también se ha comportado, sobre todo en la segunda quincena. Respecto a agosto, ese mes que ha decir de muchos es el más influyente (con permiso de junio) va un tanto dispar según territorios y aunque está siendo bueno en general para muchas comarcas de Teruel, de Castellón, del prepirineo catalán y aragonés, de Navarra, Rioja… sin embargo está faltando la lluvia en algunas zonas de Cuenca y Guadalajara. Pero todavía no es tarde y si estos próximos días llueve aun se puede remediar la cosa y como suele decirse “toquemos madera” y a esperar que el invierno nos traiga buena cosecha y precios dignos.

Chaparrones de verano en la comarca de Els Ports- Maestrazgo, con la población de Ares al fondo. La trufa natural en todos estos pueblos -Ares, Villafranca, Benasal, Cati, Morella..- todavía es una riqueza para los lugareños y propietarios de masias y montes y los buenos años proporciona importantes ingresos extra durante el invierno.

Saludos.
Mariano Casas Gimeno.