Estamos otra vez en la época de la trufa de verano (Tuber aestivum). La trufa de San Juan, cada vez más, despierta el interés de agricultores, restauradores y publico en general.  Aún siendo una trufa menos valorada que la negra de invierno cuando alcanza una buena maduración tiene  mucha calidad.

Se trata de una especie muy generalista  que se encuentra en los bosques de numerosas regiones, Europa principalmente, llegando por el norte hasta Suecia y por el sur hasta las montañas de Marruecos y desde Portugal hasta Turquía, también se ha encontrado en China.

Aunque inicialmente se consideraron especies diferentes a Tuber aestivum y Tuber uncinatum, análisis  de ADN   las han englobado en una sola especie Tuber aestivum. Sin embargo nuevas publicaciones de estos últimos años de trabajos de investigación que han realizado análisis moleculares  de ciertos fragmentos del material genético ( nrITS) de ejemplares de orígenes geográficos muy diferentes aconsejan mantener ambos nombres: Tuber aestivum distribuida en la cuenca mediterránea, en  ambientes más secos y soleados y T. uncinatum con una distribución en la Europa templada (norte de Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia, etc) y en la que se pueden establecer también  varios perfiles genéticos  en función del origen geográfico .

En cuanto al ciclo biológico se ha constatado que es continuo lo que significa que cuando las condiciones de temperatura y humedad del suelo lo permiten esta trufa se reproduce, por otra parte algo  normal en el mundo de los hongos. En el ambiente mediterráneo aparece en mayo, junio, julio y agosto mientras va habiendo chaparrones o chubascos. En la Europa central principalmente es recogida de septiembre a diciembre, y se correspondería con la ssp o variedad “uncinatum”

El que aparezca en nuestras latitudes en los meses de final de primavera y verano aumenta el interés por su cultivo, dado que complementa épocas del año en  que no hay otras trufas salvo en conserva. También al no tener  tanta dependencia para completar su ciclo de vida de las lluvias de finales de verano (agosto y septiembre) y si tienen especial incidencia en su ciclo biologico las lluvias de finales de invierno y primavera, con esta situación mejoran las expectativas de cosecha respecto a la negra de invierno en posibles plantaciones sin riego.

En la España mediterránea será tuber aestivum la variedad a cultivar  y en la España húmeda el tipo “uncinatum”, incluso puede ser razonable ante la duda y debido a una situación geográfica no muy clara proponer intercalar en una misma parcela árboles micorrizados con ambos ecotipos de Tuber aestivum. Es  de esperar que según la climatología del año aparezca en mayor o menor medida una u otra variedad.

Diversas cuestiones quedan en el aire respecto a los apoyos que más convienen en estas plantaciones por la poca experimentación e información que hay. Inicialmente el abanico de tipos de suelos y climas donde se pueden plantar árboles micorrizados con Tuber aestivum es mucho más amplio, acogiendo también para su cultivo los suelos arcillosos que tienden a rechazarse para la trufa negra de invierno o los climas más secos o húmedos. También son suelos calcáreos ( siempre es factible realizar enmiendas si ni lo son) aunque admite un rango de Ph mayor.  Los planteamientos iniciales de árboles /ha, marco de plantación, cuidados durante los primeros años, etc.  son similares a lo que se viene realizando para la trufa “melanosporum” El trabajo del suelo,  tal como es razonable hacerlo para la trufa negra de invierno lo es  también  para la trufa de verano, sin embargo el momento de realizarlo   será durante los meses de otoño o principio de invierno. Hacer una labor, sobre todo en aquellos suelos poco aireados o compactados, de cierta profundidad (15-30 cm) seccionando raíces es previsible que mejore el rendimiento y calidad de las trufas recogidas. Siguen siendo la encina, el quejigo y la coscoja las especies forestales micorrizadas a utilizar, teniendo también interés otros robles, el avellano, el tilo, el pino silvestre o el laricio si estamos en la España más húmeda con la ssp “uncinatum”

Esta variedad de trufa es más productiva por superficie que la negra de invierno y  conozco alguna experiencia de producción  extraordinaria: 42 Kg. de trufa recogida durante una campaña  en 20 árboles   de 15 años. Son datos puntuales de un lugar y un año en concreto con  climatología favorable. Datos que no deben ser utilizados  para una proyección de rentabilidad en un estudio de nueva plantación, sin embargo sí que es razonable esperar producciones medias bastante superiores a lo que se consigue con la trufa negra de invierno.

Encina micorrizada con trufa de verano

En Cultivos Forestales y Micologicos micorrizamos encinas y quejigos con trufa de verano. Fotografía de plantas de encina recientemente inoculadas.

Una nueva edición, la segunda de la feria de la trufa de verano  va a celebrarse el domingo 28 de junio en Belmonte de San José (Teruel), un bonito pueblo del Bajo Aragón, sin duda una magnifica ocasión para conocer la localidad y degustar la trufa de San Juan 

Cartel Trufa de Verano Belmonte de San José 2016

Saludos

Mariano Casas
Cultivos Forestales y Micologicos S.L.