La seta de cardo es hoy uno de los hongos más buscados y apreciados de todos los que aparecen en nuestros montes y bosques, despertando en los “seteros” una autentica pasión los otoños que las lluvias acompañan. La verdadera seta de cardo (Pleurotus eryngii) sale en campos sin cultivar, en eriales, prados, yermos, veredas, etc cuando el cardo corredor (Eringium campestre) está presente, el tiempo acompaña, y el micelio del hongo se encuentra en la raíz de algunos cardos. En ocasiones, y de forma engañosa, se comercializa como seta de cardo la girgola, seta de ostra o seta de alpaca pretendiendo emular la calidad de la autentica seta de cardo. Ni la propia seta de cardo cultivada en sustratos preparados y en ambiente cerrado tiene ni por asomo la calidad de la que se recoge en el campo crecida sobre la raíz en descomposición del cardo corredor.
Raíz tuberosa del cardo donde se alimenta la seta.
En Cultivos Forestales y Micologicos llevamos varios años trabajando en el laboratorio y en el campo con esta seta, realizando selección de cepas de micelio, inoculaciones de cardos en terrenos naturales, seguimiento de rodales inoculados, acciones sobre el suelo para favorecer la propagación de los cardos y del micelio, etc
Páramo con cardos susceptibles de ser inoculados.
Cardos producidos en vivero.
Setas aparecidas en los ensayos de campo.
Como sucede en el caso de las trufas, aquí también se trata de un hongo y una planta que intervienen en el desarrollo de las setas de cardo y se encuentra mayormente también en terrenos marginales o improductivos y suelos agrícolas pobres como le sucede a la trufa, sin embargo hay una diferencia importante, la relación entre la seta y el cardo no es de mutua ayuda (simbiosis) como pasa con la trufa y el árbol trufero, sino todo lo contrario, la seta parasita el cardo y acaba con su vida. Mantener una población alta de cardos en el terreno es el reto para una buena producción continuada de setas año tras año, esto se consigue con un manejo adecuado del suelo y de la vegetación espontánea y potenciando la estrategia que la propia planta del cardo tiene: producción de gran cantidad de semillas y la aparición de nuevas plantas a partir de las raíces secundarias de los cardos ya existentes.
Así pues se trata de una seta que vive estrechamente relacionada con el cardo corredor, parasitándole y nutriéndose de su raíz tuberosa, finalmente provoca su desaparición y el hongo que invade la raíz del cardo acaba dando setas en momentos favorables.
A partir de los trabajos comentados proponemos unos métodos y técnicas para la creación y gestión de setales cultivados, bien a partir de terrenos donde ya existen los cardos pero no hay producción de setas o de terrenos que no tienen cardos y hay que poblarlos con plantación y/o semillado de cardo. Una vez que el cardo está presente aplicamos técnicas de inoculación contrastadas para provocar la salida de las setas.
El planteamiento dependiendo de cada uno puede ser diferente, desde el que desee poder crear un setal de jovi o entretenimiento para abastecerse de esta delicia gastronómica (huerto, jardín, etc) hasta el que busque una renta complementaria y decida plantar una superficie agrícola o de monte determinada.
Sirve prácticamente cualquier suelo y no es necesario ningún tipo de analítica ni preparación especial para plantar los cardos o sembrar las semillas. En caso que de forma natural existan los cardos ya tenemos un camino andado respecto a los terrenos que no los tienen. En muchos paramos, eriales y campos abandonados abundan los cardos seteros naturales y con inoculaciones dirigidas a una parte pequeña de ellos y algún trabajo puntual del suelo, provocaríamos la aparición rápida de setas. Cuando se trata de terrenos agrícolas donde no hay cardos la plantación o siembra y aparición de los cardos e inoculación posterior conlleva uno o dos años más de espera hasta que se dan las primeras setas.
Una vez que el setal inicia la producción la cantidad de setas que pueda ir dando estará en relación con el número de nuevos cardos que van apareciendo, porqué aunque el hongo va matándolos, nuevos cardos aparecen a partir de semillas o de raíces secundarías (raíces laterales que dan lugar a una nueva planta) de los ya existentes.
Las setas de cardo se pueden vender a empresas que las compran o directamente al restaurante, hotel, bar, etc. El medio rural está necesitado de oportunidades que puedan generar nuevas actividades, en este sentido la producción de seta de cardo extensiva reúne todas las características para que pueda darse este hecho: calidad y prestigio del producto, abundancia de terrenos agrarios y rusticos sin utilidad actual que se pueden plantar, el conocimiento técnico inicial para desarrollar el cultivo y si además pensamos que tiene la misma calidad que la seta silvestre son alicientes todos ellos para decidirse a cultivar esta deliciosa seta y poner en valor terrenos poco o nada productivos. En este caso el periodo de espera para recoger las primeras setas nada tiene que ver con la espera que hay que aguardar en las trufas, en meses o máximo un par de años ya tenemos setas.
Cuando hace más de 25 años mi abuela me veía cultivar carrascas en los invernaderos me preguntaba que para qué, le respondía que para plantarlas en los campos, ella me miraba estupefacta, la mujer no entendía nada, ellos las habían arrancado de los bancales y márgenes para arañar al monte un palmo de tierra más que cultivar en aquella época de tanta escasez que le toco vivir. De nada servia que le dijera que las trufas son esto o aquello (tampoco las conocía), sin embargo la truficultura es ahora una actividad rural que esta permitiendo a algunas comarcas asentar población y generar riqueza. Creo que si ahora mi abuela levantase la cabeza y me oyese proponer plantar o sembrar cardos borriqueros o cabrunos, que así creo que les llamaban aquí, la mujer alucinaría, sus manos estaban cansadas y escocidas de “escardar” los sembrados de éste y otros cardos,….pero los tiempos cambian, y a veces muy rápido y lo que en otra época no tan lejana se aborrecía ahora puede ser un recurso para una actividad nueva y creemos que rentable: el cultivo de la seta de cardo en su ambiente y con toda su calidad.
Mariano Casas.
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